viernes, 6 de mayo de 2016

Parálisis inducida

Puede que ahora mismo, cuando leas esto, te digan que el Recre ya está vendido. Lo más probable, por estadística, es que no sea así, pero nunca se sabe. La venta del paquete accionarial de Gildoy es como las manos de Romeo y Julieta, que están muy cerca pero no se tocan.

El martes estaba vendido. O quizás el jueves. ¿No fue en Enero a falta de bendiciones? Dejadme apostar que será el lunes después de la Asamblea del Trust. O quizás otro día, qué más da. Al final siempre resulta una milonga. No sé cómo no se aburren de negociar tanto unos como otros, o lo asustados que tienen que estar en el zoco si se encontraran con uno de estos para comprar una alfombra. Seguro que el vendedor del zoco desistiría.

¿Por qué ocurre ésto? En mi opinión, para crear una parálisis inducida. Seguro que pensáis que es a la venta, que eso está paralizado y es el cuento de nunca acabar. Pero no, la parálisis inducida se la están haciendo a la afición. La no-movilización, ya sea para salir a la calle a pedir explicaciones de nuevo, o la de acudir a una campaña de salvación por parte de todos nosotros, que es lo que más temen. El origen del miedo es que si todos metemos la cabeza en el club alguno no sabrá dónde esconderse. Con lo poquito que sabemos hasta ahora, esos "indeseables" del Trust han conseguido llevar a declarar al juzgado a un presidente de un club de fútbol. ¿Hasta dónde podríamos llegar si supiéramos todos los tejemanejes?

Pero ese es el miedo de ellos, y lo utilizan a través de nuestro miedo: el de perder al Recreativo, que el Decano fallezca irremediablemente entre tanta parsimonia. Es posible que al final lleguen a un acuerdo privado entre la empresa compradora, el Ayuntamiento y Gildoy. Pero será eso, privado. Y no sabremos nada más. Nos limitarán a ser clientes para ver un partido de fútbol cada quince días y seguiremos con un futuro incierto. Es lo que siempre han pensado de nosotros, y no pretenden que cambien. Pero a la hora de soltar abonos, de pedir que se apoye al equipo llenando las gradas (no en las situaciones últimas, si no cuando lo pedía una directiva y a un precio considerable), ahí si nos requieren. Por que al final, el que venga a jugar económicamente con el Recre necesita de su afición.

Esta parálisis nos ciega en eso. El que venga a comprar nos necesita. Somos una afición que responde, aunque a veces nos creamos que no. La diferencia es que nosotros no los necesitamos a ellos, al menos como pretenden hacerlo ver. No es un Gobierno de unos directivos frente a unos aficionados. Realmente existe un gobierno conjunto entre ambos. Y lo que hay que buscar es a aficionados que sepan gobernar, que tengan amor propio y que no jueguen con la salud del abuelo del fútbol español. Nos hacen creer que no podemos, que viene alguien, un ente maravilloso, que solucionará todo. En eso consiste la parálisis.

Mexicanos con músculo financiero, quitar los embargos de Hacienda por vía judicial, que si la culpa es del Ayuntamiento, que si la culpa es de la querella del Trust, que si la culpa es de brindar con champagne que te vas a ir... Nos tratan como a gilipollas. Gilipollas paralizados.

Ya está bien de éste juego. Ellos no van a parar, paremos nosotros. Vayamos a lo nuestro. Demostremos que se puede, que somos la fuerza latente del Recreativismo por encima del secretismo y las mentiras. No os dejéis inducir por la parálisis a las que nos llevan, no creáis más allá que los hechos concretos, haced que los rumores sean basura.

Porque puede llegar la venta o puede no llegar. Pero nosotros, la afición, somos lo que debemos poner el Plan A de salvación del Decano. El resto es atrezzo es de película de terror.